
© cristina quiles
Salen del mismo carrete de diapositivas que la anterior, hace ya tres años de ésto. Las encontré en una tiendecilla (llena, llena, llena de muñecas) visitando el rastro de Madrid. Espero volver algún día a disparar fotos de verdad, que, aunque me den un poco de miedo, me pareció un sitio de lo más interesante.